En el aprendizaje de lenguas, tan importante es hacerlo bien como equivocarse. Ensayo y error, experimentar lo que funciona y lo que no, si nos vale en la vida para poder crecer como personas o avanzar en medicina, nos vale igualmente para conocer mejor un idioma. Pero no todos están preparados para cometer errores y peor todavía, ser corregidos.
Especialmente en los adultos, el miedo a equivocarnos se relaciona con conceptos como «lo hago mal», «hago el ridículo», «me da vergüenza» y una larga serie de pegas que algunos se ponen para comunicarse en otro idioma. Lo terrible de esto es que estas personas no están pensando cómo se ven ellas mismas, sino en cómo las evaluará su interlocutor.
Hace un par de días una amiga me contaba cómo una anécdota que en principio no estaba relacionada con el aprendizaje del inglés, se convirtió en una parte importante de su forma de aprender.
En una conversación casual, ella le dijo a un extranjero: My English is not very good, I do mistakes. Él le sonrió y la corrigió: not do, make. El mensaje de mi amiga era 100% comunicativo y no inducía a interpretaciones, sin embargo contenía un error típico de los españoles que hace que la frase se entienda pero suene rara: mistake no va con do, sino con make (es una collocation, dos palabras que siempre van juntas, como fast food, etc).
¿Cómo se lo tomó mi amiga? Podía haber sentido mucha vergüenza, haberse sonrojado, darle las gracias y media vuelta, y sin embargo se lo tomó como hay que hacerlo, como una oportunidad de aprender , como un paso adelante en su aprendizaje de la lengua. Mi amiga ya no ha vuelto a cometer el mismo error, habrá cometido otros, pero ése, no.
El aprendizaje es así, una constante sucesión de errores y correcciones que nos ayudan a detectar dónde prestar atención y por lo tanto, progresar. No son pasos de gigante, suelen ser pequeños pasitos de hormiguita, pero hacia adelante. Si no corregimos el error, lo seguiremos haciendo siempre mal y no aprenderemos.
Como estudiante de lenguas, siempre aprovecho cada oportunidad de comunicarme que se presenta por delante. Ahora que estoy con el chino, me voy al restaurante o a la tienda chinos y lo intento pedir todo en su idioma. No siempre me entienden, y sí, alguna vez me miran raro, pero la mayoría de las veces me ayudan en mi intento comunicativo y para mí es una tremenda oportunidad de aprender que os aseguro que no desaprovecho.
To finish, I’ll leave you with this inspiring quote about being brave and taking risks, by wise Paulo Coelho: